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Cambia tu mentalidad

Foto del escritor: Marlon CoronaMarlon Corona

Hace tiempo, cuando estaba leyendo la Biblia después de mi tiempo de oración, mis ojos cayeron súbitamente sobre el pasaje de Isaías 55:8-9.


Al leer esta porción de la Escritura, mi corazón fue cautivado.


Me quedé impresionado por su mensaje.


Mientras lo leía, comencé a tener una sensación de paz y de convicción en mi corazón, y después sentí que el Señor me estaba hablando de forma personal.


No puedo decir que alguna vez haya escuchado la voz de Dios audiblemente, pero siempre que he sabido que Él me habla, lo ha hecho por medio de su Palabra y enseguida me ha dado una sensación de paz y convicción.


Isaías 55:8-9 dice lo siguiente:


8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.


9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.


Aquel día, cuando meditaba en el significado de este pasaje, era como si el Señor me estuviera diciendo:


“Hijo, existe una gran diferencia entre mi manera de pensar y la manera de pensar de los hombres”.


“La mentalidad del hombre es negativa, pero yo soy positivo. La mentalidad del hombre es desesperanza, pero yo soy el Dios de esperanza”.


“La mentalidad del hombre es muerte, pero yo soy vida”.


Sentía como si el Señor me dijera:


“Hijo, si quieres caminar conmigo, tu mentalidad y tu vida interior deben ser renovadas para pensar como yo pienso. No te conformes con la mentalidad terral. Asciende a la mentalidad celestial”.

Comprendí que la verdadera transformación comienza con cambios en nuestra manera de pensar y de percibir la vida.


Muchas veces ignoramos una verdad central acerca de la nueva vida que hemos recibido en Cristo.


Esta verdad nos señala que, después de nacer de nuevo al recibir a Cristo como Señor y Salvador, nuestra mente tiene que ser renovada.


Mire las palabras del apóstol Pablo en Efesios 4:22-24. Él dice:


22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,


23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente,


24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”.


El mensaje de Pablo se centra en el hecho de que, una persona que nacido de nuevo, debe despojarse de lo que él llama “el viejo hombre”.

Nos señala que, en lo relacionado con la manera en la que vivíamos antes, debemos “desvestirnos” del viejo hombre.


Esto significa echar fuera pensamientos, ideologías y filosofías centradas en deseos engañosos y falsos.


Entonces, el apóstol prosigue a decirnos:


“Renueven el espíritu de su mente”.


Esto último implica un cambio de pensamientos, un cambios de ideas e ideologías que rigen y gobiernan la vida.

Él insiste en esto cuando dice:


“Vístanse del nuevo hombre” es decir, adquieran nuevos pensamientos.


Por esta razón, toda persona que quiera caminar con Dios y conocer su poder y su gracia abundante, debe experimentar una transformación en su mentalidad.


En otras palabras, nuestra mente tiene que hacer de nuevo.


Tengo que confesar que mi vida cambió a partir de ese momento de una manera drástica.


Cuando comprendí la suprema importancia de los pensamientos en la vida cristiana y comencé a llenar mi mente con la Palabra de Dios, pude superar el temor y la fe comenzó a crecer en mi interior.


El afán y la ansiedad se disiparon y la confianza comenzó a tener lugar.


No solo eso, sino que al enfrentar problemas, negativas y desafíos, me sentía fortalecido en Dios, capaz de encarar aquello.


Desde entonces, ha surgido un concepto que he tratado de transmitir por medio de mis prédicas y Meditaciones, a través de este ministerio.


Este concepto puede ser resumido en una sola palabra:


“Ascender”.


Este es precisamente el nombre que lleva nuestra iglesia.


Francamente hablando, todos mis mensajes y predicaciones tienen este propósito:


“Ayudar a las personas a adquirir la mentalidad celestial”.

Note que el Señor no dijo que no podíamos tener sus pensamientos. No.


Él señaló en Isaías 55:8-9 que existe una diferencia entre la manera de pensar de los hombres y la manera de pensar de Dios.

La Biblia no nos dice que no podamos tener la mentalidad celestial.

De hecho, dice y señala todo lo contrario.


Por ejemplo, el mismo apóstol Pablo, dijo en 1 Corintios 2:16 que “nosotros tenemos la mente de Cristo”.


De hecho, cuando leemos la Biblia, la meditamos, la reflexionamos y dejamos que ella llene nuestra mente, en realidad, estamos teniendo los pensamientos del cielo en nuestro corazón.


En este contexto, la palabra “Ascender” significa pasar de la mentalidad terrenal a la mentalidad celestial.

Por otro lado, “Ascender” no es solamente el nombre de nuestra iglesia.


En realidad se trata de un estilo de vida que consiste en renovar nuestra mente, dejando atrás los pensamientos cargados de maldición y fracaso, negativos y destructivos, aspirando a los pensamientos de esperanza y paz que Dios ofrece.


Cuando esto sucede, nuestra vida experimenta grandes cambios y transformaciones.

Todo lo anterior es posible por medio de la obra redentora de Jesucristo.


Es más, el camino ascendente comienza en la cruz del calvario.


Es imposible tener una mente renovada, transformada, que redunde en grandes cambios para nuestra vida, si primero no tenemos un encuentro con Jesucristo, quien murió y resucitó para darnos salvación.


Quienes vienen ante la cruz de Cristo y le reconocen como Salvador personal, y rinden su ser ante su señorío, tales personas comienzan a ser levantadas.


Efesios 21 en adelante dice lo siguiente:


1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,

2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,


3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás”.

En primer lugar, nosotros estábamos muertos espiritualmente, es decir, estábamos alejados de Dios quien es la fuente de la vida espiritual.


Al estar muertos espiritualmente, estábamos atados a una vida corrupta, pues solo seguimos la voluntad de nuestros pensamientos.


No solo eso, sino que, quizá inconscientemente, estábamos bajo el gobierno y la autoridad de Satanás.

Sin embargo, note usted el camino ascendente que se nos muestra en la Palabra.


A partir del versículo 4 leemos lo siguiente:


4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,


5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),

6 y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,

7 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús”.


Fueron la misericordia y la bondad de Dios los elementos que movieron al Señor a darnos vida nueva.

Estando muertos, Él nos dio vida con Cristo.


Esto no tuvo ningún costo para nosotros, ni participamos de ninguna manera en ello, solo lo recibimos.


Por eso dice: “Por gracia sois salvos”.


Esta expresión significa que no lo ganamos y que no hicimos nada más que recibirlo.


De esta manera, pasamos de estar en el lodo de la muerte espiritual y del pecado, a ser sentados por Dios en los lugares celestiales.

Podemos decir que quien ha nacido de nuevo por la obra regeneradora del Espíritu Santo y quien ha sido limpiado por la sangre de Jesús, ha sido levantado yDios lo invita, a partir de entonces, a vivir una renovación en su mente.


He comprendido que la mentalidad juega un papel de vital importancia en la vida.


La mentalidad puede compararse con los cimientos de un edificio.


Cuando los fundamentos son sólidos, el edificio se mantiene en pie.

Pero cuando los cimientos son débiles o no tienen fuerza, la construcción se viene abajo y todo se vuelve un desastre.

Así también sucede en la vida.


Si la mentalidad es correcta, celestial y espiritual, entonces nos traerá gozo.


Pero si no, entonces sufriremos.

La vida no cambia porque sí; nuestra vida cambia cuando nuestros pensamientos cambian.


Hubo una aldea que estaba asentada junto a un lago, el cual se llenaba cada verano con el agua de un río.


Aquella aldea vivía feliz y satisfecha, sirviéndose del agua del lago.


En cierta ocasión, los aldeanos comenzaron a percatarse de que el agua comenzaba a tener un aspecto turbio y que su aroma había cambiado.

Ya no se percibía aquella frescura y transparencia en el agua.

Ahora era amarillenta y espesa.


Ante esta situación, algunos trataron de limpiarla con diversos métodos.


Unos trataron de purificarla con piedras y hierbas, otros con telas, y otros más se acostumbraron al nuevo aspecto del agua.


No obstante, un joven que se preparaba para convertirse en el líder de la aldea, decidió subir río arriba para investigar qué había ocurrido.

Él comprendió que el problema no estaba en el agua del lago, sino en el agua que descendía del río.


Por eso, caminó por días hasta llegar a un lugar en donde había árboles caídos, ramas, lodo y una pared de escombros donde se amontonaba el agua, pues una tormenta reciente había ocasionado aquel caos.


Allí descubrió que entre las ramas y el lodo, se encontraba el cadáver de un cerdo, que había muerto ahogado días atrás por causa de la tormenta.


Cuando retiró el cadáver, el agua volvió a correr limpia hasta llegar al lago de la aldea.


Al volver, toda la aldea estuvo de acuerdo en nombrarlo líder y guía de la tribu.


Mis amados, al igual que en relato anterior, el cambio en la vida no se origina primeramente en las acciones, sino en la manera de pensar.


Quienes tratan de cambiar su vida sin cambiar primero sus pensamientos, se asemejan a aquellos quienes purificar el agua con métodos superficiales externos.


Lo que tenemos que hacer es ir río arriba, cambiar primero nuestra mente y nuestra manera de pensar, removiendo los patrones de pensamiento errados del viejo hombre.

Entonces, nuestra vida será cambiada y transformada.


Quiero hacerle una invitación a Ascender.


Acompáñeme en los días siguientes y juntos ascendamos, pasando de la mentalidad terrenal a la celestial.

Quisiera ayudar a todos aquellos que quieren añadir un nuevo nivel a su vida de fe, que quieren una experiencia más profunda con Dios y quieren descubrir el asombroso mundo de la fe.


Si usted quiere Ascender, y ya hemos explicado el significado de este concepto, entonces, lo que tengo para decirle en los días siguiente, estoy seguro que le será de gran ayuda.








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2 commentaires


Marlon Corona
13 juil. 2020

Me alegra mucho que haya podido acompañarnos. Dios le bendiga.

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gudino2697
13 juil. 2020

Paz de Cristo pastor Marlon ayer estuve el gusto de visitar su congregación, yo vivo en Sacramento California y tengo mi madre en Colima ahorita estoy en Colima, no tuve la oportunidad de saludarlo personalmente por la situación que se vive en estos momentos, fue grato visitar la iglesia ascender Dios les bendiga. Mi nombre Marisol Gudiño

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