Desafortunadamente, el día de hoy, al despertar, muchas personas sentirán temor y ansiedad en su corazón.
Al ir al trabajo y salir de casa, al caminar por la calle, son muchos los que llegarán a sentir preocupación y una carga en sus espaldas.
El temor que destruye la vida surge como resultado de olvidarnos de Dios y de no conocer su amor y misericordia.
A decir verdad, uno de los temas más importantes y sobresalientes de toda la Biblia es el temor.
Sin embargo, el temor, bíblicamente, no solamente es un miedo o una preocupación superficial.
Por ejemplo, en el Salmo 34:4 está escrito lo siguiente:
“Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores”.
Aquí, la palabra temor implica desesperación, depresión, angustia, tristeza, desesperanza y un profundo sentimiento de derrota y fracaso.
El significado de la palabra temor es muy amplio en realidad.
Por desgracia, muchas personas viven presas del temor, de la depresión, de una tristeza profunda y de sentimientos de fracaso.
No obstante, la persona que llega a tener un encuentro con el Dios Soberano y Sabio, que es el Dios que se revela a sí mismo en la Biblia, es liberada de toda clase de temores y angustias.
Tal persona, aunque atraviese dificultades y situaciones amargas, no será arrebatada por la desesperanza ni vivirá con la ansiedad como compañera.
Dentro del mismo Salmo 34, en el mismo versículo que leímos y en los siguientes, encontramos algo asombroso.
El pasaje dice así:
“4 Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores.
5 Los que miraron a él fueron alumbrados, y sus rostros no fueron avergonzados.
6 Este pobre clamó, y le oyó Jehová, y lo libró de todas sus angustias”.
El salmista declara el secreto de su victoria sobre el temor: La búsqueda de Dios.
Al buscarlo de todo corazón, el Señor escuchó su oración y le dio la libertad y la paz tan anheladas.
Después, nos enseña que, poniendo los ojos en Dios, uno recibe una luz especial.
El pasaje dice: “Los que miraron a él fueron alumbrados”.
Esa clase de luz que se menciona aquí es la luz de la esperanza, la luz de la ayuda de Dios.
Esta es la luz que cambia la vida.
Cuando miramos al Señor por fe, lo cual equivale a depositar en Él toda nuestra confianza y esperanza, podemos estar seguros de algo: no seremos defraudados.
Nuestro rostro no se agachará avergonzado.
Finalmente, el salmista nos enseña que clamando a Dios y dependiendo de Él podemos experimentar la libertad de toda angustia.
Como podemos ver, la Biblia nos enseña cómo podemos descansar en Dios y recibir de parte de Él su ayuda, su luz, la esperanza que Él brinda, así como su sustento.
Otro pasaje que debemos considerar al respecto es el Salmo 46:1-2, donde está escrito:
“Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar”.
Este pasaje nos dice que Dios es nuestro amparo.
Es decir, Dios es el amparo de aquellos que se refugian bajo sus alas por medio ed creer en Jesucristo.
Esto es así porque solo aquellos que creen en Cristo pueden reconciliarse con Dios y encontrarse en una correcta relación con Él.
Efesios 2:12-13 nos aclara lo anterior:
“12 En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.
13 Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo”.
Si recibimos a Cristo como Señor y Salvador personal, entonces podemos afirmar que verdaderamente Dios es nuestro amparo y fortaleza.
Un amparo es una protección y una seguridad que nos es dada frente a un desafío o problema.
Dios no solamente es amparo, sino que también es nuestra fortaleza.
Es decir que en medio de la adversidad, Dios nos da nuevas fuerzas y un nuevo aliento para continuar.
La frase del Salmo 46:1 “Nuestro pronto auxilio” significa que Dios nunca llega tarde, ni tampoco temprano.
Esto es algo que debemos tener en claro.
Dios nunca se adelanta ni se atrasa.
Por más que nos parezca que Dios está tardando, en su calendario, Dios siempre llega a tiempo.
El tiempo de Dios es diferente del tiempo del hombre.
En ocasiones, nosotros queremos una respuesta inmediata y ser librados lo antes posible.
Sin embargo, Dios está llevando a cabo una obra en nuestro corazón en medio de la aflicción y el problema.
Por eso, aunque nos parezca que Dios está tardando, en realidad, Dios está obrando de acuerdo con su agenda y su tiempo.
Esta es la razón por la que no debemos desesperarnos ni afanarnos.
Más bien debemos confiar y esperar en Dios.
Es en la espera donde Dios forja el carácter, transforma el corazón y nos prepara para recibir las ricas y abundantes bendiciones.
Así como usted no le entregaría las llaves del automóvil a un niño, solo por el hecho de que él desea conducir, así tampoco Dios nos da algo para lo que no estamos preparados.
El tiempo de espera, en realidad, es el tiempo de la formación y el crecimiento.
Debemos conocer al Dios que es amparo, fortaleza y auxilio en medio de las tribulaciones y problemas de esta vida.
En el versículo 2 de este mismo Salmo, está escrito:
“Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar”.
La conclusión natural de conocer al Dios que brinda amparo y fortaleza es que el temor y la angustia se van de la vida, por más que el panorama se nos muestre devastador.
Sin duda, el temor, la ansiedad, la depresión y el complejo de fracaso, son los peores enemigos en la vida.
Por eso, en su Palabra, Dios nos invita una y otra vez, de muchas maneras a poner nuestra confianza en Él para que podamos vencer a la desesperanza.
Esta es la lucha que enfrentamos el día de hoy, es una lucha a muerte contra la desesperanza.
Dios quiere que nosotros vivamos en esperanza.
Esto se debe a que Él mismo es el Dios de toda esperanza.
Romanos 15:13 dice así:
“Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo”.
El apóstol Pablo llamó a Dios, el Dios de esperanza.
Por tal motivo, se espera que nosotros vivamos con fe y esperanza en nuestro corazones.
Una de la virtudes más preciosas en la vida cristiana es la esperanza.
Al igual que todas las personas sufren, los cristianos también atraviesan momentos de dolor y angustia.
Sin embargo, ante la pregunta de por qué sufrimos, nosotros los creyentes podemos responder:
“Porque Dios está trabajando en nuestra vida; porque Dios nos está forjando”.
Dios forja al hombre de fe con el cincel del dolor y el sufrimiento.
Por eso, la aflicción es para nosotros la antesala de la bendición.
Entonces, ¿qué es la esperanza y por qué es una lección tan importante que debemos aprender en la escuela de Dios?
Podemos definir la esperanza como la convicción de que algo bueno y agradable nos espera el día de mañana.
Es creer que las cosas saldrán bien, por más que el panorama sea desalentador.
Es creer que Dios está con nosotros en medio de todo lo que estamos viviendo, y por cuanto Él está a nuestro lado, vamos a ver un milagro.
En conclusión, no debemos desesperarnos ni afligirnos, ni entregarnos a la desesperanza.
Por el contrario, debemos confiar en Dios y reposar en Él, mientras oramos y le conocemos más y más.
La clave para vencer cualquier desafío o pena en la vida consiste en acercarnos a Dios, deleitarnos en conocerlo y servirlo con pasión.
Quienes lo hagan, llegarán a ser los conquistadores de un mejor mañana.

Hace una semana tuvimos un fuertísimo accidente de auto… hubo un momento en que quise afanarme con buscar soluciones rápidas.. hoy suelto en las manos de Jehová Dios nuestras preocupaciones y la resolución para la situación de la recuperación de nuestro auto.. y agradezco grandemente la nueva oportunidad que nos han dado Dios a mi esposo y a mi!! GRACIAS PADRE.. en el nombre de Cristo Tu Hijo.. 🙏🏻🙏🏻
Amén 🙏🏻 El Señor es mi luz y mi salvación, busqué al Señor y el me oyó, y me libró de todos mis temores. El Señor es mi amparo y fortaleza, es mi pronto auxilio en todo tiempo. Mi confianza está en Jesús y el Dios de esperanza me ha llenado de gozo y paz, por el poder del Espíritu Santo 🙌🏻 Gracias pastor Marlon por compartir estas meditaciones de la palabra de Dios. El Señor le diga bendición con sabiduría para que siga compartiendo su palabra, Dios bendiga su vida, su matrimonio y su familia y su ministerio en el nombre de Jesús Amén 🙏🏻