Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel (Josué 1:2).
En Dios siempre tenemos un nuevo comienzo. Dios nos invita a escribir una nueva historia a su lado y ser los protagonistas de un nuevo tiempo, un nuevo avivamiento y una nueva etapa.
El primer paso que tenemos que dar es el de reconocer nuestra responsabilidad y nuestro llamado. Dios nos llama. Dios nos invita. Dios nos ofrece una página en blanco.
De la misma manera que Josué, nosotros estamos ante un desafío. Debemos responder con pasión y compromiso, dando lo mejor en la obra de Dios.
De la misma manera como Dios llamó a Josué después de la muere de Moises, y le dio la orden de entrar en la tierra prometida y poseerla, Dios nos llama a ser los conquistadores de los milagros, los sueños y los desafíos que Él ha trazado para su pueblo. Dios pone el tiempo, el lugar y la ocasión, pero es su pueblo el que decide actuar.
Entremos en el nuevo tiempo que Dios ha traído a nuestra vida. Vayamos allá con pasión y determinación pues Dios está con nosotros y un gran milagro ocurrirá.
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