Un nuevo comienzo
- Marlon Corona
- 19 ago 2019
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 20 ago 2019
"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas "(2 Corintios 5:17).
Hubo un hombre muy rico que poseía muchos bienes, una gran residencia, mucho ganado, varios empleados, y un único hijo, su heredero. Lo que más le gustaba al hijo era hacer fiestas, era estar con sus amigos y ser aceptado por ellos. Su padre siempre le advertía que sus amigos solo estarían a su lado mientras él tuviese algo para ofrecerles; después, lo abandonarían.
Un día, el padre, que ya era un anciano, dijo a sus empleados que le construyeran un pequeño establo. Dentro de él, preparó una horca, la cual se sostenía de una madera. Más tarde, llamó a su hijo, lo llevó al establo, y le dijo: —Hijo mío, yo ya estoy viejo y, cuando yo me vaya, tú te encargarás de todo lo que es mío.
Y yo sé cual será tu destino. Vas a dejar la estancia en manos de los empleados y vas a gastar todo el dinero con tus amigos. Venderás todos los bienes para sustentarte y, cuando ya no tengas nada, tus amigos se apartarán de ti. Solo entonces te arrepentirás amargamente por no haberme escuchado. Fue por esto que construí esta horca—.
El padre continuó diciendo: —Quiero que me prometas que, si sucede lo que yo te digo, te ahorcarás en ella—. El joven se burló y pensó que era algo absurdo. Sin embargo, para no contradecir al padre, prometió que así lo haría, pensando que eso jamás podría suceder.
Tiempo después el padre murió, y su hijo se encargó de todo. Y así como su padre había previsto, el joven malgasto todo, vendió los bienes, perdió a sus amigos y hasta la propia dignidad. Cuando se quedo solo, en medio de su desesperación y aflicción, comenzó a reflexionar sobre su vida y vió que había sido un tonto. Se acordó de las palabras de su padre y comenzó a decir: —¡Ah, padre mío! Si yo hubiese escuchado tus consejos. Pero ahora es demasiado tarde—.
Apesadumbrado, el joven levantó la vista y a lo lejos vio aquel establo. Con pasos lentos, se dirigió hasta allá y entrando en él vio la horca y pensó: —Yo nunca seguí las palabras de mi padre, no pude darle alegría mientras vivía, pero al menos esta vez, haré su voluntad. Voy a cumplir mi promesa. No me queda nada más—.
Entonces, subió los escalones, se colocó la cuerda en el cuello, y pensó: —¡Oh, si tan solo tuviera una segunda oportunidad! Cuánta razón tenía mi padre. Quisiera tener la oportunidad de volver a empezar—. Entonces, se tiró desde lo alto de los escalones y, por un instante, sintió que la cuerda apretaba su garganta. Era el fin.
Sin embargo, la madera que sostenía la horca se había desgastado con los años a causa de las termitas y la humedad. Al instante se quebró y el joven cayó al piso. Para su sorpresa, comenzaron a caer sobre él joyas, diamantes y monedas de oro.
Se trataba de un tesoro que había sido colocado anticipadamente por el padre en la parte superior del establo. Al final, una nota también cayó en medio de aquella fortuna. En ella estaba escrito: —Hijo amado, esta es tu segunda oportunidad—.
De la misma manera, el Dios de la Biblia es un Dios de segundas oportunidades y nuevos comienzos. Si una persona se encuentra con vida ahora mismo, si respira, si todavía puede escuchar este mensaje, eso revela que Dios aún no ha concluido su labor en tal persona y que todavía hay esperanza.
Existe un pensamiento en el subconsciente de la sociedad que dice que si uno ha fracasado, entonces está condenado ser un fracasado toda su vida. Sin embargo, este pensamiento no tiene ningún fundamento. El hecho de haber tropezado el día de ayer, no equivale a no podemos levantarnos por la gracia de Dios el día de hoy.
Nunca es demasiado tarde para volver a empezar, para volver a intentarlo o para tener un nuevo sueño que impulse nuestras vidas. Así que no existe una razón válida para rendirnos ni para darnos por vencidos, aunque hayamos fracasado en el pasado. En lugar de eso, debemos permitir que Dios nos impulse y nos muestre el camino.
Debido a la desobediencia de Adán y Eva, la humanidad quedó sumida en el pecado, la muerte y la desesperación. A partir de entonces, la humanidad se ha encontrado en el camino de la destrucción, malgastando su vida. Pero Dios preparó un medio de salvación y esperanza para todos los hombres. Se trata de la cruz de Jesús, el Hijo de Dios. Por eso, la Biblia afirma esta verdad: "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas " (2 Corintios 5:17).
Por medio de Cristo, nosotros podemos ser renovados, podemos recibir una nueva imagen propia, podemos superar el pasado y esperar un nuevo milagro. En mi libro “Fundamentos de la vida cristiana” explico que haber creído en Cristo es dar inicio a una nueva vida llena de esperanza y fe. Quiero invitarlo esta semana que juntos reflexionemos en la Palabra de Dios y pensemos en el Nuevo Comienzo que Dios nos ofrece.
¿Por qué no tomamos, el día de hoy, la nueva oportunidad que Dios nos da en Cristo? ¿Por qué no abrimos nuestro corazón y damos la bienvenida a la gracia celestial, y entonces damos inicio a una nueva temporada en nuestras vidas?
Haga esta oración conmigo.
Padre celestial, Tú eres el Dios de toda gracia. Tú nos regalas esta mañana junto con la bendición de tu misericordia. Por medio de Cristo podemos ser renovados y restaurados. Te agradecemos por su muerte expiatoria en la cruz. Ayúdanos a creer en la segunda oportunidad que Tú nos ofreces.
No permitas que nuestro pasado, nuestros fracasos y frustraciones nos aten al ayer, sino danos tu gracia para impulsarnos y superar todo resentimiento, frustración y derrota. En el nombre de Jesús. Amén y amén.
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¡WOW! Lunitaramirez, qué alegría nos da saber esto. Seguiremos orando para poder servirte de la mejor manera.
Dios los bendiga abundantemente por crear este contenido, conocí a Cristo desde pequeña pero me aparte en mi juventud, un día los leí en facebook y de ahí mi deseo por su perdón y regresar de nuevo a él fue creciendo, escucho las meditaciones todos los días, hago los estudios y comparto a muchas personas! Y no me canso de agradecer a Dios por ustedes. Son una enorme bendición ❤️ No dejen nunca de crear este material de estudio ❤️
Que cierto es, hay que dejar el remordimiento incluso el personal para comenzar de Nuevo, todo con la gracia de Dios.
Gracias por compartir.