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Y ponga en ti Paz

Foto del escritor: Marlon CoronaMarlon Corona

Actualizado: 2 ago 2019

Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz (Números 6:26).

Hace mucho tiempo, un hombre buscaba el cuadro perfecto que describiera la paz. Sin embargo, por más que lo buscó, no encontró ni uno solo que lo satisficiera. En su búsqueda, anunció un concurso para producir esta obra maestra. El reto hizo que varios artistas comenzarán a pintar y a retratar el significado de la paz.

El día de la presentación de las pinturas vinieron muchos a presentar sus obras. Uno a uno se exhibían los cuadros mientras que los observadores aplaudían y gritaban de alegría.

Al final, solo quedaban dos cuadros por ser exhibidos. El primero de ellos se presentó frente al público e hizo que se provocara un gran silencio en todo el salón. Se trataba de un lago suave en el que se reflejaba el verdor de las montañas. Era una tarde tranquila en la cual un rebaño de ovejas se alimentaban sin ser molestadas.

Todas las personas pensaron que este sería el cuadro ganador. Sin embargo, el último cuadro fue exhibido. Era la escena de un día gris, de nubes oscuras, cargadas de agua y relámpagos. Había un río caudaloso que golpeaba las rocas. La gente casi podía sentir el frío de aquella escena.

Pero en medio de aquel ambiente, había una peña con una abertura en dónde había un pequeño pajarito que con sus alas rodeaba a sus polluelos para protegerlos del frío. Aunque había una tormenta afuera, esta no lograba llegar a ellos. Cuando le pidieron al artista que explicara su obra él dijo: “La paz no está en el ambiente o en las circunstancias, está en lo profundo del corazón”.

Al pie de aquella pintura estaba escrito Juan 16:33: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”. Este fue el cuadro ganador.

La paz es lo más valioso en este mundo. No se puede comprar con el dinero ni se puede fabricar por los medios humanos. Sino que la paz es un regalo que Dios envía a nuestros corazones.

La bendición que Dios nos da es una bendición que viene acompañada de paz: “…” (Números 6:24-26). En la Biblia, la palabra paz es “Shalom” (en el Antiguo Testamento). Esta palabra tiene un significado estremecedor. Se refiere a una situación en la que no hace falta nada y en la que no hay ruptura ni quebranto. Una traducción más sencilla sería: “Nada falta, nada está roto”.

La paz es precisamente eso. Es estar satisfechos en Dios y nuestro corazón se contenta en Él, y podemos decir: “Estoy bien con mi Creador, estoy bien con mi Dios”. Ese es el concepto bíblico de paz.

La otra palabra que se usa en la Biblia para paz es “Eirene” (en el Nuevo Testamento). Esta segunda palabra se refiere a unir o reconciliar dos partes que estaban separadas y en conflicto. Su traducción es: “Unir amable y armoniosamente dos cosas que estaban separadas”.

Esto fue lo que sucedió entre Dios y los hombres, por medio de Cristo. La humanidad estaba separada de Dios, perdida en sus delitos y pecados, y sin esperanza de poder alcanzar a Dios. Sin embargo, en Cristo ocurrió un milagro asombroso: “…” (Romanos 5:1).

La bendición de Números 6:26 dice: “…”. La expresión “Jehová alce su rostro sobre ti” refleja un acto de paz que proviene de la reconciliación. Es la escena de un hijo que, actuando mal, deshonra a su padre. Como consecuencia el padre le dice al hijo: “Ahora, jovencito, apártate de mi vista. Me has avergonzado y me has afligido. No te quiero ver”.

El muchacho sube las escaleras y cierra la puerta detrás de sí, fuera de la vista de su padre. Y después de un tiempo, cuando el padre nota que el hijo se ha arrepentido, ha visto sus lágrimas y ha oído sus lamentos, vuelve a él, le da un beso y lo abraza apegándolo a su corazón.

En otras palabras, esta expresión significa: “Que cuando te arrodilles para pedir misericordia ante Dios, Él vuelva su rostro a ti y como consecuencia, venga la paz a tu vida”.

Vivir en este mundo sin paz es una continua aflicción y desesperación. Por eso, la paz es necesaria para la vida. ¿En dónde podemos encontrarla? Amados, la bendición que hemos recibido de Dios es una bendición de paz. El rostro de Dios ahora está hacia nosotros en paz, en amabilidad y en amistad. Dios nos ha acercado a Él y nos ha restaurado.

El día de hoy, reciba la paz de Dios en su vida. Permita que ella llene su ser por medio de Cristo, el Salvador. Abra la puerta de su vida al reposo de Dios.

Haga esta oración conmigo. Amado Dios, Tú eres el Dios de paz. De ti viene el descanso, la tranquilidad y el reposo para mi alma. Te doy gracias por este precioso regalo que me haces el día de hoy. Mi vida no es la misma desde que tu paz llegó a mi corazón. Te alabo Dios por esta enorme bendición que has enviado a mi vida. En el nombre de Jesús. Amén y amén.

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